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El baño del bebé: consejos útiles para disfrutar del baño

El baño del bebé: consejos útiles para disfrutar del baño

Bañar al bebé es uno de los momentos más divertidos y bonitos del día. A parte de ser una actividad para la higiene del bebé, ayuda a mejorar la relación de los papás con el pequeño gracias a los mimos y cariños. Pero, hasta que nos habituamos a bañar al bebé, podemos sentir un poco de miedo e inseguridad, especialmente si es nuestro primer hijo. ¡No te preocupes! este sentimiento es algo habitual. Con la práctica verás como poco a poco os vais soltando y pasaréis un rato estupendo en el baño.

La rutina del baño: ¿cuándo y cada cuánto hay que bañar al bebé?

Hay que tener en cuenta que un bebé no se ensucia ni suda como un niño o un adulto. Además, su piel es muy sensible y ya posee sus propios mecanismos de limpieza. Por este motivo, muchos expertos aseguran que no es necesario bañar al bebé todos los días, con bañarlo unas 3 veces a la semana es suficiente.

Cuando el bebé comienza a gatear, a dar sus primeros pasos y a tocar todo lo que le rodea, tendremos que aumentar la frecuencia del baño ya que se va a ensuciar con más facilidad.

No hay una hora perfecta para bañar al bebé, el momento adecuado va a depender de cada pequeño. Eso sí, recuerda que el baño es una rutina y es aconsejable bañarlo siempre a la misma hora.

Si lo que quieres es que tu bebé se relaje antes de dormir, la mejor hora sería bañarlo por la noche. Sin embargo, hay bebés a los que el baño en lugar de relajarlo, lo estimula. En estos casos sería beneficioso bañarlo por la mañana y así comenzar el día activándolo. ¿Cómo saber entonces cuál es el momento perfecto? Lo mejor es probar varios días y observar el comportamiento del pequeño para poder establecer una hora adecuada.

Los productos esenciales para el baño del bebé.

Estos son los productos que vas a necesitar para poder bañar al bebé. Es importante tenerlos todos a mano y en la misma habitación antes de comenzar a bañar al bebé.

  1. La bañera: es esencial para poder bañar a tu pequeño. Necesitaremos un lugar adecuado para que el baño sea seguro y también para que sea cómodo. Si dispones de poco espacio en casa, puedes optar por comprar solo una cubeta. Siempre que el espacio te lo permita, te aconsejamos elegir una bañera con cambiador y con bandeja. Son las más cómodas y prácticas. Muchos modelos pueden plegarse para guardarlas y dejar más hueco libre en el cuarto de baño.
  2. La esponja: para poder enjabonar al bebé. Como la piel del bebé es muy delicada lo mejor es utilizar una esponja natural.
  3. La capa de baño para secar al bebé.
  4. Los jabones: al principio es recomendable utilizar jabones neutros y sin parabenos ni perfumes. Si quieres, puedes echar unas gotitas de colonia en la ropita del bebé para que tenga buen olor pero sin dañar su piel.
  5. El termómetro de baño: es lo más fiable para asegurarnos de que la temperatura del agua es la adecuada. El agua debe estar entre los 36 y 37 ºC
  6. El cambiador: si tu bañera no dispone de cambiador necesitarás adquirir uno a parte. En el cambiador podrás secar a tu bebé cómodamente, echarle sus cremitas, ponerle el pañal y vestirlo.

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Lo que debes tener en cuenta durante el baño.

  • Para evitar que el niño se acatarre, mantén la temperatura de la habitación entre los 22º y 25ºC.
  • Antes de comenzar a bañar al bebé prepara todo lo que necesites dentro de la habitación. Si se te olvida algo tendrás que entrar y salir y los cambios de temperatura pueden afectar al bebé.
  • Cuando nuestro peque se sienta cómodo y seguro en el agua, podemos ponerle un poquito boca abajo para que chapotee. Así se divertirá y a la vez ejercitará sus músculos.
  • No dejes de vigilar al niño durante el baño, tampoco lo dejes solo ni por un pequeño momento.
  • Mientras lo estás bañando, míralo, sonríele y dile cositas bonitas para que se sienta más seguro.
  • Sécale bien cada parte de su cuerpo. No dejes nada húmedo y detente en cada plieguecito.
  • Aprovecha el momento del baño para revisar si tiene erupciones, inflamaciones u otros problemas.

Y después del baño…

Hay otras partes del cuerpo del bebé que tenemos que prestar mucha atención después del baño. Veamos cuáles son y cómo tenemos que tratarlas:

La cara: tenemos que limpiarla con una toallita pequeña y que sea suave. Empezaremos por la frente, las mejillas y la nariz y luego limpiaremos la parte de alrededor de la boca, la barbilla y el cuello. Si tu peque tiene muchos pliegues por el cuellecito, no te olvides de limpiarlos bien.

Los ojos: para eliminar todas las legañas y limpiar bien los ojos tenemos que utilizar una gasa y suero fisiológico. Utiliza una gasa para cada ojo, así evitarás que las infecciones se puedan pasar de uno a otro.

Las orejas: hay que tener mucho cuidado con ellas. Con un bastoncito empapado en agua tibia será suficiente para eliminar la cera del exterior de la oreja. Hazlo con movimiento suaves y delicados y nunca introduzcas el bastoncillo dentro de la oreja del peque.

La nariz: es muy frecuente que el bebé tenga moquitos. Para limpiarle la nariz necesitarás un aspirador nasal que puede ser manual o eléctrico.

Es muy importante que no te desanimes si tu bebé llora mucho durante los primeros baños. Al final, se acabará acostumbrando y ambos disfrutaréis de un momento estupendo.